Demonios y Criaturas en Dark Zone Silent Hill
Zona Oscura de Silent Hill, el espiral de reencarnación
En Silent Hill, tras la muerte del cuerpo físico, el alma del fallecido puede transferirse a sí misma hacia otra persona poseída por la energía psíquica. Y en algunos casos esta alma puede dominar la personalidad inicial y así renacer, ganando una nueva vida. Pero también puede estar no mostrando su presencia la mayor parte del tiempo, estar en un estado inactivo.
Un caso de muestra obvio en Silent Hill 3, el alma de una chica fallecida, inactiva en el inconsciente de Heather en el transcurso de un largo tiempo comienza a despertar lentamente y a cambiar su personalidad.
Al igual que el Otro Mundo, los monstruos y criaturas no pueden ser reales. Son demonios desalmados que viven y habitan en el pueblo y alrededor de los lugares de Silent Hill; ellos son solo de verdad para aquellos que tienen la posibilidad de percibirlos. Otras personas tienen la posibilidad de no ver los monstruos o verlos distintas.
Silent Hill no tiene Alma
Silent Hill Dark Zone y Demonios
Una manera de predominación psico energética se describe en una nota del juego en Silent Hill 3: “Las almas de aquellos que murieron repentinamente por suicidio o de manera accidental no se dan cuenta que están muertos“. En ocasiones continúan aferrados y rondan por ese lugar particularmente. Estos espíritus perdieron sus sentidos y recuerdos humanos, y sólo sienten una y otra vez el dolor y tristeza del momento en que fallecieron.
El mal puede ser tan profundo que buscan la salvación en los humanos… o sencillamente envidian a los humanos sus vidas.
En momentos como estos, tienen la posibilidad de tener a los humanos. Sitios conocidos como “sitios de suicidio” o áreas propensas a accidentes suelen tener la culpa.
En otras expresiones, las almas de la gente, y un alma en nuestro caso es asimismo una entidad de potencial psico energético, también pueden ser absorbidas en lugares y proseguir estando como fantasmas. Usualmente, pierden todo recuerdo de sus vidas y simplemente repiten los instantes de su muerte.
El Alma de Dark Zone Silent Hill
En el momento en que el mal se vuelve en especial profundo, la predominación aumenta y puede perjudicar a otras personas a través de la posesión, afectando el comportamiento y la personalidad de la víctima. Deberías tener precaución si te encuentras en un lugar que tiene acumuladas las ánimas de gente muerta. Podrías caer de manera fácil bajo su influencia maligna.
Un individuo puede ser poseído no solo por el alma de alguien fallecido, sino también por otros géneros de energía psíquica; tales como pensamientos y sentimientos.
Energias Demoniacas en Silent Hill
En Silent Hill 1, cayendo bajo la influencia del poder de Alessa Gillespie, Cybil Bennett es poseída por el irrefrenable sentimiento de odio de la pequeña y pierde todo control de sí, atacando a Harry. En Silent Hill 3, recuperando sus recuerdos perdidos, Heather comienza a ser cada vez más poseída por una entidad diferente.
En Silent Hill 4 The Room, el residente del apartamento 302, Henry Townshend, recibe los recuerdos del inquilino previo, cambiando su percepción. Tambien en este mismo juego de Silent Hill Eileen Galvin lentamente empieza a ser poseída por los recuerdos de niñez de Walter Sullivan y pierde el control de sus acciones.
¿Pero de donde proceden los Demonios? ¿Existen las Criaturas en la Zona Oscura o Alucinación?
Un Otro Mundo puede ser infectado con extrañas criaturas, nacidas del inconsciente de la mente; la mayor parte de ellas son monstruos sedientos de sangre, atacando a aquellos individuos que contemplan la horrible visión de su existencia.
Algo que está presente en todas y cada una de las entregas de la saga es una extraña criatura o deidad, viviendo en los rincones más profundos del mundo subconsciente: Dios.
Naturalmente, la naturaleza de este Dios cambia en cada ocasión. Posee la energía más grande de todo el mundo inconsciente, pero su papel no debe ser sobrestimado; su origen es la misma que la de las otras criaturas, una manifestación de las ilusiones de las personas.